lunes, enero 09, 2012

B-sides

Todo este tiempo sin decir nada, un sonoro silencio en el que poco a poco se iba fraguando una nueva concepción de la vida y de las relaciones sociales. Nada nuevo, podemos resumirlo en que el 2011 ha finalizado de un modo muy caótico y aprendiendo a reaccionar como debe hacerlo un  hombre. Ya ha cambiado el año, comienza una nueva etapa y nueva entrada con ello.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que un final no es otra cosa que el inicio de algo. Con este símil me viene a la mente algo que desgraciadamente los que hemos pasado la veintena de años hemos vivido y disfrutado como nadie: las cintas de cassette. Aún recuerdo mi primer álbum comprado de uno de mis grupos de la infancia/adolescencia, donde una rubia aparecía cogiendo manzanas de un árbol seco. Era mi gran tesoro, mi primer material musical propio y definitorio de mi personalidad musical. Y recuerdo también que en la cara B del cassette estaban mis canciones más preferidas y personales del grupo, donde mostraban su calidad musical y las canciones menos comerciales. Fue en ese disco, en esos años, donde aprendí que las mejores cosas no tienen por qué estar en la superficie, que para comprender algo en todo su esplendor hay que conocer las cosas que nos pueden ofrecer desde el principio hasta el fin. Es también, hablando de este lado B, donde me resultaba más fácil encontrar las canciones más representativas de este grupo el resto de casssettes que tenía, o los que me hacía con las canciones de la radio que me gustaban más. Siempre me gustaron las caras B, esa cara oculta a los que sólo perseguían el gran "hit" del momento y no querían preocuparse de nada más, ni descubrir más material.

Es paradójico que me siga pasando ahora, pero no con los cassettes o soportes musicales; es mi devoción buscar la cara B de las situaciones, de las personas, de las acciones; buscar siempre lo que no quieren mostrar o, expectante, observar y vivir esas situaciones. Escuchar, ver, sentir, vivir la cara A y B de la vida. Nunca dejaron de sorprenderme, ya que en ellas pude encontrar las mejores y peores cosas de lo que tapizaron con mi hilo las Parcas (Moiras). Me he encontrado con algunos entretejidos bastante anodinos, otros bastante ásperos y muchos, muchos de ellos inesperados, para lo bueno y para lo malo; algo que siempre agradecí, ya que en el momento de usar las tijeras sentiré y podré decir orgulloso que mi vida no fue para nada vacua. Pero, no puedo evitarlo, hay muchas de estas situaciones que no entiendo, no entendí ni entenderé, hilos anudados sobre mi piel que me constriñen sin que pueda evitarlo. Éstas son las caras B que me construyen más, me fortalecen más aunque se aprieten con fuerza en mi cuerpo y mente, queriendo romper los hilos ya entretejidos.

Caras B. A pesar de todo, y además de todo lo que haya dicho hasta ahora, y siempre exceptuando las confirmaciones de la regla, me gustan todas las caras B que me presenta la vida. Nunca dejarán de sorprenderme (para bien y para mal), personas de mi vida, ya que vuestras caras B me gustan, además.

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